Saber cómo limpiar la espuma es importante para mantenerla durante el mayor tiempo posible y con todas sus propiedades. Se trata de un material poroso que requiere un método específico, y no todo el mundo sabe cuál es el más adecuado. Desde su invención en la primera mitad del siglo XX, logró revolucionar la industria por ser un relleno resistente y por su capacidad de mantener la forma tras un uso prolongado. Pero para poder exprimir esas ventajas el máximo tiempo posible hay que cuidarla. ¡Toma nota porque te lo contamos todo!
Limpiar la espuma paso a paso
Para saber cómo limpiar la espuma, habría que considerar el tipo: qué densidad tiene, si es convencional o de alta resiliencia, si son piezas completas o hablamos de picado de espuma, el tamaño, etc. Por otro lado, en El Taller de la Espuma ofrecemos el servicio de reparar espumas de sofás de una forma muy sencilla, así que si estás pensando en reparar tu sofá, no dudes en contactarnos desde el siguiente enlace: Más adelante te damos trucos y prácticas a evitar, pero antes vamos a revisar unas pautas generales de limpieza de un colchón de espuma que suelen funcionar bien:- Aspira bien. Retira todos los textiles del colchón, incluyendo la funda protectora. Coloca en tu aspiradora el accesorio especial de tapizado, y programa a media potencia para pasarlo por toda la superficie.
- Actúa sobre las manchas. Una vez retires restos, si ves manchas debes actuar. Lee la etiqueta para saber cómo proceder, porque puede requerir productos específicos. Si no, una opción eficaz es la mezcla de vinagre con bicarbonato de sodio. Rocía sobre la mancha, deja actuar unos minutos, pon un poco de agua (usa una botella de spray para no aplicar en exceso) y frota.
- Deja secar. Es un paso clave porque, de haber humedad, aparecerá el moho. Lo mejor es que limpies el colchón por la mañana y aproveches el sol del resto del día para secar al aire. Si no tienes la posibilidad de sacarlo, coloca cerca un ventilador a la máxima potencia, o emplea un secador.
Trucos para mantener la espuma sin manchas
Con el marco general de actuación que acabamos de exponer suele ser suficiente para mantener tu espuma como nueva. Pero siempre hay trucos que utilizar para ganar eficacia y obtener mejores resultados, así que apunta.1. Usa productos y utensilios adecuados
La clave para saber cómo limpiar la espuma es dar con los productos adecuados, tanto limpiadores como instrumentos a utilizar. Y, como decíamos, no pasarte con el agua para evitar que quede humedad dentro y motivar la aparición de moho. Un utensilio útil para limpiar el colchón es la esponja, lo que supone limpiar la espuma con otra espuma. Es lo bastante suave como para no dañar, pero arrancará bien la suciedad si ejerces la presión justa. Y recuerda las mezclas exitosas: agua y jabón, vinagre y bicarbonato (y luego agua para retirar) o los limpiadores específicos que te indique la etiqueta.2. Deja que transpire la espuma
Si hay un enemigo a batir en lo que respecta a la limpieza de colchones, es el moho en la espuma. Debes evitarlo a toda costa, porque tanto el moho como sus esporas pueden causar reacciones alérgicas y crisis de asma en personas sensibles, además de infecciones micóticas e irritación en ojos, piel, nariz, garganta y pulmones. La clave es dejar que transpire. De vez en cuando, retira todos los textiles para que la superficie quede al descubierto y abre puertas y ventanas unas cuantas horas. Cuando lo limpies, ponlo a secar al sol al exterior, o bien enciende cerca un ventilador eléctrico a la máxima potencia.3. Recupera volumen de la espuma
No se trata solo de saber cómo limpiar la espuma, sino de conocer otros trucos para mantener sus propiedades. Una de las características más apreciadas de la espuma es lo mullida que resulta, pero con el uso se puede perder volumen y debes actuar para recuperarlo. Pensemos, por ejemplo, en un sofá. Que tenga la espuma hundida, además de jugar un papel poco estético en cuando a decoración, resulta muy incómodo. Veamos cómo solucionar el problema:- Actúa sobre el origen. Puede que el problema no sea de la espuma, sino de la estructura: tabla rota, cinta elástica vencida, muelles venidos a menos… Si se trata de algo aislado y el armazón no está demasiado deteriorado, puedes intentar arreglarlo. En caso contrario, quizás no merezca la pena.
- Renueva las cintas. Las cintas elásticas flojas, sueltas o rotas restan firmeza y elasticidad. Cambiarlas no es un trabajo tan sencillo porque debes conocer el gramaje y la longitud, y después adquirir las apropiadas en una tienda especializada. Además, debes realizar todo un trabajo de tapicería en la propia estructura del sofá, y asegurarte de que las cintas quedan bien tensas y lisas al grapar. Lo habitual es ponerse en manos profesionales.
- Cambia los muelles. Los muelles torcidos, rotos o que presentan un desgaste visible también restan estabilidad. Para llegar hasta ellos, también debes dejar al descubierto la estructura, lo que implica descoser la tela que está debajo de los cojines. En una ferretería o tienda especializada en tapizados venden muelles de recambio, aunque debes estar seguro de su diámetro y longitud. Si tienes dudas, pide ayuda. Si crees que el trabajo te llevará demasiado tiempo y esfuerzo, y aún así no sabes si quedará bien, delega en un profesional.
- Sustituye la espuma. Si solo se trata de que la espuma está hundida, hay una solución sencilla y es sustituirla. Toma bien las medidas y elige una espuma entre los 25 y los 30 kg/m³ de densidad, que es la recomendada para sofás. No debe ser ni demasiado fina ni demasiado gruesa. De todas formas, en El Taller de la Espuma tienes productos e información suficiente como para acertar.
4. Pega las espumas rotas
Insistimos en que la limpieza de espuma no es lo único a tener en cuenta, pues su buen mantenimiento tiene que ver también con la reparación a tiempo. Recuerda que las espumas rotas se pueden pegar, y a continuación te ofrecemos los pasos clave para proceder:- Aplica el pegamento en espray. Es el formato óptimo en estos casos. Puedes encontrar el producto en nuestra web, y basta con que rocíes en las dos caras de la espuma a pegar y dejes secar unos 15 minutos.
- Une las caras. Cuando el pegamento se seque, une ambas caras de las espumas y presiona suavemente.
Bonus: prácticas que debes evitar
La falta de conocimiento no solo es enemiga del buen mantenimiento, sino que podría estropear el producto de manera irreversible. Por si acaso, te contamos también algunas prácticas a evitar:- No desenfundes la espuma rallada. Es contraproducente. Si lo que quieres limpiar es un cojín con ese tipo de relleno, por ejemplo, mete la pieza completa en la lavadora con agua fría, y luego seca al sol unas horas. También puedes secar en la secadora, en un programa de baja potencia.
- No mezcles con cualquier tipo de ropa. Respeta el tejido exterior. Si la funda es de terciopelo, lino o cualquier otro tejido delicado, lava en un programa apropiado corto, o a mano.
- Pasarte con el agua o no secar bien. Si se trata de una pieza separada que está muy sucia, sí la puedes sumergir en agua fría con algún detergente y amasarla para que suelte toda la suciedad. Asegúrate de escurrir y secar bien al sol. Si hablamos de un colchón, evita sumergir por completo.